lunes, 12 de mayo de 2008

SISTEMAS DEL CUERPO HUMANO 1


Sistema endocrino.

Todos los órganos del sistema endocrino son glándulas. Son diferentes del resto de las glándulas porque liberan sustancias químicas, conocidas como hormonas, en la circulación sanguínea general. Otras glándulas descargan sus secreciones en conductos hacia un lugar concreto. Estas glándulas se denominan exocrinas. Los órganos del sistema endocrino se encuentran situadas en lugares del cuerpo muy separados: en la cavidad craneal, en el cuello, en la cavidad torácica, en la cavidad abdominal, en la cavidad pélvica y fuera de las cavidades del cuerpo. Las hormonas que liberan son muy importantes para las funciones corporales. Regulan instintos básicos y emociones, como los impulsos sexuales, violencia, ira, miedo, alegría y tristeza. También estimulan el crecimiento y la identidad sexual, controlan la temperatura corporal, ayudan en la reparación de tejidos dañados y ayudan a generar energía.


Glándulas adrenales: Las glándulas adrenales se encuentran sobre la parte superior de cada riñón en la zona abdominal. Aunque parece un sólo órgano, en realidad son dos pequeñas glándulas, cada una con un peso de unos 7 gramos. La médula adrenal (la parte interna) es un agente del sistema nervioso simpático y se activa mediante impulsos nerviosos. El córtex adrenal (la parte externa se divide en tres zonas: glomerulosa, fasciculada y reticular) es una glándula endocrina verdadera que se activa con la hormona adrenocorticotrófica (ACTH), enviada desde la glándula pituitaria. La médula adrenal secreta las catecolaminas epinefrina y noradrenalina. Estas hormonas ayudan al cuerpo a reducir tensión nerviosa. Cuando el sistema nervioso simpático reacciona ante emocione intensas, como miedo o ira, se liberan grandes cantidades de esta hormona. Esto puede causar una reacción de "lucha o huida", en la que la presión sanguínea aumenta, las pupilas se ensanchan y la sangre se desvía hacia los órganos más vitales y los músculos del esqueleto. El corazón también se estimula. El córtex adrenal secreta dos hormonas: cortisol y aldosterona. Estas hormonas se conocen conjuntamente como corticosteroides. Ayudan al cuerpo a reducir tensión nerviosa y son imprescindibles para la vida. El cortisol es un generador de energía. Regula la conversión de hidratos de carbono a glucosa y dirige las reservas al hígado. También disminuye las inflamaciones. La aldosterona regula el balance mineral y de agua en el cuerpo. Evita la pérdida excesiva de agua a través de los riñones y mantiene el balance entre sodio y potasio en la corriente sanguínea. Este balance es importante en la contracción muscular.


Hipotálamo: El hipotálamo está formado por un minúsculo grupo de células nerviosas situadas en el centro de la base del cerebro. Este órgano sirve como vínculo entre el sistema nervioso autónomo y el sistema endocrino. El hipotálamo es responsable de muchas funciones corporales. Su función es integrar y asegurar respuestas adecuadas a los estímulos. Regula el hambre, la sed, el sueño y el insomnio. También juega un papel importante en la regulación de la mayoría de los mecanismos involuntarios del cuerpo, como la temperatura corporal, el impulso sexual o el ciclo menstrual en las mujeres. El hipotálamo también regula las funciones de la glándula pituitaria.


Ovarios: Los ovarios son dos cuerpos con forma de almendra de unos 3,5 centímetros de longitud que se encuentran situados a cada lado de la pelvis. Cada ovario contiene dos clases diferentes de estructura glandular: los folículos de Graaf, que secretan estrógeno, y el cuerpo lúteo, que secreta progesterona y algo de estrógeno. La hormona estrógeno influye en el desarrollo de los caracteres sexuales y en la maduración de los órganos sexuales femeninos. La progesterona influye en el desarrollo de las glándulas mamarias y prepara el útero para la implantación del óvulo.


Páncreas: El páncreas se encuentra situado justo detrás de la parte inferior del estómago. Es la segunda glándula del cuerpo en tamaño, y es una glándula endocrina y exocrina. Su función exocrina es producir jugos digestivos (jugos pancreáticos) y liberarlos a través de un tubo, el conducto pancreático, al intestino. La función endocrina del páncreas es controlar la cantidad de azúcar en la sangre. Las células que controlan los niveles de azúcar en la sangre se denominan islotes de Langerhans. Estos islotes son grupos microscópicos de células esparcidas por todo el tejido pancreático entre el resto de las células pancreáticas aunque se encuentran concentradas principalmente en la cola del páncreas.


Los islotes de Langerhans están formadas por dos tipos de células: alfa y beta. Las células alfa secretan una hormona llamada glucagón y las células beta secretan insulina. La insulina y el glucagón funcionan como un sistema de comprobación y equilibrio regulando el nivel de azúcar en sangre en el cuerpo. El glucagón acelera el proceso de la glucogénesis en el hígado (proceso químico por el cual la glucosa almacenada en las células del hígado en forma de glucógeno se convierte en glucosa; esta glucosa deja entonces las células del hígado y pasa a la sangre). Este proceso tiende a incrementar la concentración de glucosa en la sangre. La insulina es un antagonista del glucagón, pues reduce la cantidad de concentración de glucosa en la sangre. La insulina realiza este proceso acelerando su salida de la corriente sanguínea, a través de las membranas celulares, hacia las células. Como la glucosa entra en las células a un ritmo más rápido, las células aumentan su metabolismo de glucosa. Todas las comidas que contienen azúcares y almidón, como el pan, patatas y pasteles, se descomponen en glucosa. De esta forma pueden ser absorbidos por cada célula del cuerpo, incluyendo las células del hígado, una de cuyas funciones principales es almacenar azúcar. Las células absorben glucosa y la queman en estructuras llamadas mitocondrias, utilizando la energía que contiene y produciendo dióxido de carbono y agua como productos derivados. Este proceso de quemado es la principal fuente de energía del cuerpo, y no podría tener lugar sin la presencia de la insulina. La diabetes se produce cuando el páncreas no produce suficiente insulina y no se regula, por tanto, la concentración de glucosa en la sangre. El nivel de glucosa normal para un adulto medio está entre 80 y 120 miligramos de glucosa por cada 100 mililitros de sangre. Si los islotes de Langerhans secretan demasiada poca insulina, se produce un exceso de glucosa, una característica de la diabetes mellitus, el trastorno más habitual del sistema endocrino.


Paratiroides: Las glándulas paratiroides son glándulas pequeñas, habitualmente cuatro, incrustadas en la parte posterior del tiroides. Estas glándulas producen la hormona parathormona, que regula el nivel de calcio y fósforo en la sangre y huesos. La parathormona tiende a aumentar la concentración de calcio en la sangre incrementando la descomposición ósea. Esta hormona tiene el efecto contrario de la calcitonina (tirocalcitonina), que es secretada por la glándula tiroides. El calcio juega un papel muy importante en muchos procesos metabólicos; demasiado calcio (hipercalcemia) o demasiado poco (picocalcemia) puede alterar el funcionamiento normal de músculos y nervios. La parathormona ayuda a mantener la homeostasis de calcio en la sangre. Las células corporales son muy sensibles a los cambios de la cantidad de calcio en la sangre.


Glándula pituitaria: La pituitaria (o hipófisis) es una glándula pequeña, no más grande que un guisante, que se encuentra en la base del cráneo en una pequeña depresión del hueso esfenoidal denominado "silla turca". Está conectada y controlada por el hipotálamo y a veces se la considera la glándula principal, puesto que su función es coordinar el sistema nervioso y el endocrino. Algunas de sus hormonas estimulan otras glándulas endocrinas para que produzcan sus propias hormonas. La pituitaria está compuesta en realidad por dos glándulas: la glándula pituitaria anterior (o adenohipófisis) y la posterior (o neurohipófisis). Produce varias hormonas, una de las cuales regula la retención de agua en los riñones y otra tiene la misión de contraer el útero durante el parto y de estimular la secreción de leche en las glándulas mamarias. Una de las hormonas más importantes de la pituitaria es la del crecimiento. Esta hormona controla el crecimiento regulando la cantidad de nutrientes que recibe cada célula. Como la insulina, la hormona del crecimiento también controla el nivel de azúcar en la sangre.


Testículos: Los testículos consisten en dos glándulas de forma ovalada de unos 3 centímetros de longitud y 2,5 centímetros de ancho. Se encuentran suspendidos en un saco denominado escroto fuera del cuerpo para mantener la menor temperatura necesaria para la producción eficiente de esperma. Cada uno de los testículos está formado por varias secciones (lóbulos), y cada lóbulo está formado a su vez por un delgado y largo túbulo seminífero enrollado. Desde la pubertad, las células de los túbulos seminíferos producen casi continuamente espermatozoides, las células reproductoras masculinas. Otras células, conocidas como células intersticiales, secretan la hormona masculina testosterona en la sangre. Estas células se encuentran en numerosos grupos en el tejido conectivo situado entre los túbulos seminíferos. La testosterona realiza diversas funciones: es importante para el desarrollo de los caracteres sexuales masculinos, estimula y mantiene el desarrollo de los órganos accesorios masculinos (la glándula prostática, vesículas seminales, etc.), y tiene un efecto estimulante en el metabolismo de las proteínas.


Timo: Situado sobre el corazón, el timo es un órgano bilobulado cuya función principal es la de desarrollar linfocitos. La linfa transporta glóbulos blancos a este órgano, donde se multiplican y se transforman en células especiales de lucha contra las infecciones. Aunque la función del timo no se conoce en su totalidad, se sabe que tiene un papel muy importante en el desarrollo de la inmunidad ante diversas enfermedades. Muchos investigadores opinan que el timo produce los linfocitos originales formados en el cuerpo antes del nacimiento y continúa produciéndolos después. Los linfocitos viajan desde el timo a los nódulos linfáticos y al bazo a través de la circulación sanguínea. También se cree que el timo sintetiza una hormona esencial para la inmunidad. Esta hormona, conocida como factor humoral del timo (THF), debe estar presente durante un corto periodo de tiempo después del nacimiento del niño para poder desarrollar la inmunidad mínima necesaria. Los investigadores piensan que la hormona producida por el timo actúa sobre los linfocitos, haciendo que los linfocitos B se conviertan en células plasmáticas, las cuales forman anticuerpos que producen inmunidades. Tras la pubertad, el timo comienza a disminuir de tamaño. Su función principal parece desarrollarse durante las primeras etapas de la vida en el desarrollo de la inmunidad.

Sistema linfático.

El sistema linfático no es un sistema separado del organismo. Se considera parte del sistema circulatorio porque lo constituye la linfa, un fluido móvil que proviene de la sangre y vuelve a ella por medio de los vasos linfáticos. La linfa transporta algunos nutrientes, especialmente grasas, y distribuye los glóbulos blancos por el organismo. La linfa recuerda al plasma pero es más diluida y tiene únicamente alrededor del 5% de proteínas y del 1% de sales y extractivos. Está formada por un poco de sangre y de otros líquidos del organismo y se denomina fluido intersticial, que se recoge en los espacios intercelulares. Parte de este fluido intersticial vuelve al organismo a través de la membrana capilar, pero la mayoría penetra en los capilares linfáticos y da lugar a la linfa. La linfa, junto con este fluido intersticial, recoge las partículas que son demasiado grandes para que puedan ser absorbidas por la membrana capilar, como son los restos de células, glóbulos de grasa o adiposos y pequeñas partículas proteicas. A continuación, la linfa pasa a los vasos y nódulos linfáticos y se introduce en la sangre a través de las venas situadas en la región del cuello. De esta manera el sistema linfático constituye un sistema de transporte secundario. La linfa no se bombea por sí sola, su circulación depende de la presión del sistema circulatorio y del efecto de masaje de los músculos


Nódulos linfáticos axilares: Los ganglios o nódulos linfáticos axilares están localizados en el brazo, en la axila. Se dividen en dos grupos: superficiales y profundos. Estos nódulos linfáticos reciben la linfa de los vasos linfáticos del brazo y los nódulos superiores la reciben de los vasos linfáticos situados en el área superior del pecho, cerca de los músculos pectorales y de las glándulas mamarias. Hay alrededor de 35 nódulos linfáticos en la zona del pecho y de la axila, la mayoría de ellos situados en la axila o cerca de ella. Si se desarrolla un cáncer en la mama, con frecuencia se extiende a los nódulos porque la linfa, además de otros residuos, puede transportar células cancerosas. La linfa fluye en todas direcciones, pero alrededor de tres cuartas partes de los vasos linfáticos del pecho desembocan en los ganglios o nódulos axilares que, con frecuencia, es por donde primero se extiende un cáncer de mama.


Nódulos linfáticos cervicales: Los ganglios o nódulos linfáticos cervicales están localizados en el cuello. Se dividen en dos grupos: superficiales y profundos. Hay tres grupos de ganglios linfáticos superficiales: los submaxilares, cerca de la mandíbula, los suprahioideos, cerca del hueso hioides de la garganta y los cervicales, situados a lo largo de la vena yugular externa. Los nódulos cervicales profundos son grandes y están situados cerca de la faringe, del esófago y de la tráquea. Cuando se tiene dolor de garganta, los glóbulos blancos se agrupan en los nódulos situados allí para combatir la infección, por ello se sensibiliza e inflama la garganta.


Nódulos linfáticos inguinales: La red de vasos linfáticos situados en la parte inferior del cuerpo pasa la linfa a los nódulos linfáticos inguinales con forma de judía que se encuentran en el interior de la ingle, cerca de la arteria y vena femorales.


Conducto linfático: El conducto linfático es mucho más corto que el torácico, con una longitud aproximada de 1 centímetro. Este conducto linfático recibe la linfa de la parte derecha del cuerpo situada sobre el hígado y la vierte en la vena subclavia derecha y en la vena yugular interna. El conducto linfático junto con el torácico vierten en la sangre cada minuto entre 4 y 10 mililitros de linfa.


Nódulos linfáticos: Los nódulos linfáticos, o ganglios linfáticos como a veces se les denomina, son estructuras ovales y pequeñas, del tamaño de una judía. Generalmente se encuentran en racimos cerca de las venas en puntos estratégicos a lo largo de los vasos linfáticos medianos de la rodilla, codo, axila, ingle, cuello, abdomen y pecho. La sangre se limpia y filtra en estos nódulos y los glóbulos blancos se acumulan allí cuando hay una enfermedad. Este proceso de filtrado previene la introducción en el sistema circulatorio sanguíneo de bacterias, células cancerosas u otros agentes infecciosos. Los nódulos linfáticos son los centros de producción y almacenamiento de algunos glóbulos blancos, llamados linfocitos y monocitos, elementos importantes en el mecanismo inmunológico del organismo. Durante cualquier tipo de infección, los nódulos se dilatan en el área de drenaje debido a la multiplicación de linfocitos que tienen lugar en esos nódulos.


Nódulos poplíteos: Los nódulos linfáticos, o ganglios linfáticos como a veces se les denomina, son estructuras ovales y pequeñas, del tamaño de una judía. Generalmente se encuentran en racimos cerca de las venas en puntos estratégicos a lo largo de los vasos linfáticos medianos de la rodilla, codo, axila, ingle, cuello, abdomen y pecho. La sangre se limpia y filtra en estos nódulos y los glóbulos blancos se acumulan allí cuando hay una enfermedad. Este proceso de filtrado previene la introducción en el sistema circulatorio sanguíneo de bacterias, células cancerosas u otros agentes infecciosos. Los nódulos linfáticos son los centros de producción y almacenamiento de algunos glóbulos blancos, llamados linfocitos y monocitos, elementos importantes en el mecanismo inmunológico del organismo. Durante cualquier tipo de infección, los nódulos se dilatan en el área de drenaje debido a la multiplicación de linfocitos que tienen lugar en esos nódulos.


Bazo: El bazo esté muy ligado al sistema circulatorio y al linfático. Es un órgano situado en el abdomen entre la parte inferior del estómago y el diafragma. Su papel es mantener el volumen de sangre, producir algunos tipos de células sanguíneas y recuperar el material sobrante de los glóbulos rojos que se han vuelto defectuosos. También esté relacionado con la eliminación de células sanguíneas y bacterias de la sangre.


Vena subclavia: La vena subclavia es una continuación de la vena axilar, que parte del brazo. En cada brazo se extiende una ramificación de la vena subclavia (derecha e izquierda). A continuación esta vena converge y se extiende desde la primera costilla hasta la clavícula, donde se une con la vena yugular interna para formar la vena innominada. Las venas subclavias también son importantes en el sistema linfático pues vuelven a introducir la linfa en la sangre. El conducto torácico, que transporta la linfa, se une a la vena subclavia izquierda, cerca de la unión con la vena yugular interna. El conducto linfático transporta la linfa a la vena subclavia derecha y también se une a Ésta cerca de la unión con la vena yugular interna.

Sistema genitourinario.

El sistema genitourinario está formado por los órganos urinarios y reproductores. Dado que estos órganos están situados en el mismo área del cuerpo y comparten las mismas funciones, normalmente se tratan juntos. El sistema urinario del hombre y de la mujer es básicamente el mismo, con la notable excepción de que la uretra, en el hombre, continúa a través del pene, mientras, en la mujer, se abre en la vulva. Los sistemas reproductores del hombre y de la mujer están adaptados para cumplir funciones específicas. El del hombre tiene la función de generar células germinales que contienen la mitad del material genético necesario para el desarrollo del bebé y entregar ese material al sistema de la mujer. El sistema reproductor de la mujer tiene la función de generar un óvulo, o huevo, que lleva la otra mitad del material genético, para que las células germinales del hombre lo fertilicen. El tracto reproductor de la mujer también tiene la función de dar soporte al feto durante la gestación hasta que nace, aproximadamente nueve meses después de la fertilización.


Sistema reproductor femenino: El sistema reproductor de la mujer es el encargado de generar el óvulo, o huevo, almacenar el óvulo fertilizado y nutrir el embrión y el feto durante la gestación. Los órganos principales incluyen los ovarios, el útero, la vagina y las trompas de Falopio. Los órganos externos (vulvares) incluyen el labio mayor, el labio menor, el monte de Venus, el clítoris, el vestíbulo y el bulbo del vestíbulo. El óvulo, o huevo, contiene la aportación de la mujer al material genético que conformará el nuevo niño, y se genera en los ovarios. El óvulo recién generado pasa a través de las fimbrias de la región ampular de la trompa y allí lo fertiliza un espermatozoide (o célula germinal). Durante la excitación sexual, las vesículas seminales del hombre y la glándula prostática crean un fluido que se combina con las células germinales para formar el semen, que se transporta a través de la uretra y sale de la apertura, o meato, al final del pene erecto. Cuando se ha depositado el semen en la vagina de la mujer, los espermatozoides nadan a través del útero hacia la trompa de Falopio, donde fertilizan al óvulo, o huevo. El huevo fertilizado baja por la trompa de Falopio durante los tres días siguientes y se asocia a la pared del útero. Allí, durante el embarazo, el huevo fertilizado se nutrirá y desarrollará el embrión y, posteriormente, el feto. Después de que se haya desarrollado completamente (aproximadamente a los 9 meses), las contracciones musculares (parto) expulsarán el feto fuera del útero.


Sistema reproductor masculino: El sistema reproductor del hombre tiene la función de generar, almacenar y transportar el material genético contenido en las células germinales, o espermatozoides. Los órganos principales incluyen los testículos (testis), el epidídimo, los conductos deferentes, el conducto eyaculador, la uretra y el pene. Los órganos auxiliares incluyen las glándulas bulborretrales (de Cowper), la glándula prostática y las versículas seminales. Los espermatozoides (células germinales) contienen los cromosomas que se combinarán con los del óvulo, o huevo (producidos por el sistema reproductor femenino) para formar el embrión de un nuevo ser humano. Estos espermatozoides se generan dentro de los testículos y se almacenan en el epidídimo. Durante la excitación sexual, las versículas seminales y la glándula prostática crean un fluido que se combina con las células germinales para formar el semen, que se transporta a través de la uretra y sale de la apertura, o meato, al final del pene erecto. Cuando se ha depositado el semen en la vagina de la mujer, los espermatozoides nadan a través del útero hacia la trompa de Falopio donde uno o más espermatozoides pueden fertilizar un huevo, u óvulo.

2 comentarios:

Adriannys dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Adriannys dijo...

Glándulas del cuerpo humano función y efecto; Hormona segregadas por dichas gándulas función y efecto hormonal. (cuadro resume)